El café ha sido durante años un producto indispensable de todo el mundo. La primera cafetera nace en 1802, de la mano del francés Francois Antoine Descroisilles.
Como es obvio, la elaboración de los primeros cafés venían acompañados de borras, lo que hacía que tuviese que colarse varias veces.
En Alemania se sustituyó el colador por paños de lana, lo que hacía una mejor colada del café.
Nuestros abuelos se las ingeniaban para elaborar el café, la técnica más habitual fue la de hervir agua y añadir el café dentro de un calcetín a modo de infusión. Se hacía una mezcla de café y cebada.
En la actualidad disponemos de máquinas elaboradoras de café, caracterizadas por la rapidez, perfección, fácil uso, y el increíble sabor del café.
La clásica cafetera italiana ha sido la compañera perfecta en las mañanas. Compuesta de dos piezas de acero ha estado presente en la mayoría de los hogares.
La cafetera de goteo, para aquellos que quieren tener siempre el vaso medio lleno, su sistema gota a gota hace que la jarra esté siempre a disposición del consumidor.
La cafetera expreso, se ha hecho indispensable en nuestros hogares, elabora un café cremoso y aromático en menos de dos minutos.
Como siempre Philips nos facilita la vida. En colaboración con la sociedad Sara Lee, saca al mercado la cafetera Senseo, de fácil uso, diseño innovador y divertido y un café espumoso que hace difícil prescindir de la misma.
La cafetera de Philips Senseo ha tenido un grandísimo éxito de ventas lo que no es de extrañar si tenemos en cuenta calidad y precio.
Cuando Philips-Saeco llega a nuestras vidas se convierte en una pieza esencial en nuestras cocinas, oficinas y centros de trabajo. Su diseño es exquisito, así como la calidad de su café. Nos proporciona una bebida agradable en gusto y temperatura, libre de borras, con una suave capa de espuma sumerge al consumidor en el maravilloso mundo del café.
UN CAFÉ POR FAVOR!